Carl Gustav Jung y la astrología

La astrología psicológica es un rico diálogo entre la psicología y la astrología. Jung declaró: “La astrología es la síntesis de la acumulación de todo el conocimiento antiguo de la psicología humana”.

La astrología aporta este lenguaje simbólico y arquetípico que puede revelar rasgos fundamentales de la persona e incluso puede ofrecer valiosos conocimientos para el psicodiagnóstico temprano, que van mucho más allá de lo que se difunde socialmente como técnica de descripción de características genéricas de la persona o como disciplina adivinatoria.

La astrología psicológica se ocupa de la multiplicidad que existe en nuestra vida interior y que le da forma, explica con gran detalle nuestra forma de ser y el diálogo que se produce entre estas diferentes partes.

Para la versión junguiana de la astrología, se trata de un material antiguo que revela la existencia de arquetipos en lo más profundo del inconsciente, o aquello que es universal en cada uno de nosotros, y que dio mayor profundidad y riqueza de contenido a su descubrimiento. Además del inconsciente personal, cada uno de nosotros está conectado a modelos arquetípicos comunes a toda la humanidad.

La astrología psicológica identifica muy bien a qué áreas de la vida se debe prestar más atención, además de ayudar a identificar los tesoros escondidos que están latentes en la persona.

La astrología psicológica nos ayuda a señalar al consultante dónde podría centrarse y obtener mucha información de su propia fuente (psicología profunda) que despierta contenidos latentes y verdaderos puntos luminosos que suelen estar desatendidos, sobre todo por falta de educación al respecto. En este sentido, la astrología psicológica supone un valioso aporte educativo específico para todo aquel que esté interesado en practicar la autoobservación.

La astrología psicológica utiliza una técnica para observar el posible estadio de evolución de los intereses de una persona con la progresión del Sol, que al pasar por los diferentes núcleos arquetípicos (signos), revela el progreso, en el sentido del viaje del alma, que es la experiencia que la persona experimenta a lo largo de su vida.

La palabra “enantiodromia” deriva del griego y significa “correr hacia el contrario”. Jung utilizó este término para describir un fenómeno psicológico en el que una tendencia o estado mental extremo, cuando se lleva al límite, se transforma en su opuesto. Observó que, a menudo, cuando se reprime o se niega una actitud consciente o un complejo psicológico, puede surgir de una forma opuesta e inconsciente.

Por ejemplo, si alguien reprime y reprime su ira, esta puede encontrar salida a través de conductas pasivo-agresivas, manifestándose de forma indirecta y no consciente. Asimismo, una persona que se identifica excesivamente con características de bondad y benevolencia puede, en algún momento, experimentar sentimientos de ira reprimida o crueldad que emergen inesperadamente.

La enantiodromia puede ocurrir tanto a nivel individual como colectivo. Jung creía que la psique humana busca constantemente el equilibrio y la plenitud, y la enantiodromia es un proceso natural que puede conducir al autoconocimiento y al crecimiento personal.

Para Jung, la conciencia y la integración de los opuestos eran fundamentales para la salud psicológica. Enfatizó la importancia de reconocer e integrar los aspectos oscuros y menos aceptados de nosotros mismos para lograr una mayor armonía y equilibrio.

Jung veía la astrología desde la perspectiva de la sincronicidad o como una simpatía, dado que estos arquetipos que existen en nuestro inconsciente también pueden manifestarse fuera de nosotros, conectados por esta sincronicidad. Jung investigó todo este fenómeno, como en el libro “Sincronicidad”, donde habla de la investigación que realizó con más de 600 mapas relacionando la luna, el sol y otros planetas entre parejas para demostrar la estadística involucrada en la astrología y la utilidad clínica de este. .

Jung también nos enseñó a ver que no entramos en contacto directo con los arquetipos, sino a través de los mitos. Son los que nos hacen tener una experiencia arquetípica, y cada cultura tiene sus propios mitos, que conectan con algo más profundo y universal, que son los arquetipos.

Jung también advierte sobre las propiedades psicoides de los arquetipos y esto es lo que conecta con la posibilidad que tiene la astrología de conectar la carta natal de una persona con este material psicoide, que conecta los símbolos de la carta en situaciones de la vida, físicas y fisiológicas.

Al comprender los diversos mitos, podemos comprender mejor lo que sucede en nuestra psique, a medida que nuestros impulsos ganan fuerza y significado a través de ellos. Por ejemplo, el mito del héroe está relacionado con el signo de Aries, que representa pasiones, fuerza, concentración, lucha, vehemencia en el logro de metas, etc.

Otro aspecto interesante de los estudios de Jung en relación con la astrología tiene que ver con el destino. Estudió a las diosas del destino, las moiras, que son las diosas que tejen los hilos de los destinos. Jung quedó intrigado por este tema y comprendió que, en astrología, se muestra nuestro viaje mítico a través de los signos y que, gracias a su investigación, pudo tender puentes que conectan el carácter y los símbolos astrológicos.

Jung trabajó mucho en esta idea de cómo los símbolos astrológicos reflejan nuestro proceso de individuación, ese viaje mítico que desarrollamos a lo largo de la vida.

Entonces, si conoces bien tu forma arquetípica (con sus 12 núcleos), que está en constante movimiento y evolución, en la que se revelan las potencialidades que despiertan un “conocimiento” racional, la astrología en este sentido proporciona el clima para insights fundamentales. acerca de ti mismo.

La astrología psicológica es un conocimiento específico de nuestra realidad total u holística, un instrumento que expuesto a lo más íntimo de tu ser revela tu profundidad, tus complejos, los porqués de tus conductas repetitivas, las semillas de tus neurosis, como suelo decir, así como los embriones de tus tesoros. Así, al reconocer las propias ventajas y obstáculos innatos, se tienen más recursos para saber fluir mejor en los buenos momentos y ser más cautelosos en los momentos delicados, que generalmente conectan más fácilmente con nuestra sombra.

Jung hizo un puente maravilloso entre una cultura milenaria de observación y asociación entre los eventos del cielo y los eventos del mundo, agregando y uniendo al saber simbólico de los mitos y los arquetipos y que a través de esa síntesis permite un abordaje investigativo único para la mejor comprensión del ser humano y su vida psíquica.

Guillermo G González 
Astrologia Psicológica – Terapia Floral 
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