Dentro de la carta natal, que es el mapa del momento de nacimiento, el astrólogo encuentra una herramienta para desentrañar el esquema general de las funciones, dones e impulsos de un ser humano mucho antes de que este individuo sea inmerso en las vicisitudes de la vida que le aguardan.
El privilegio de estudiar el diagrama de la personalidad completa y también el propio guión del posible desenvolvimiento desde el instante del nacimiento resulta de una utilidad invaluable tanto para los padres como para los educadores motivados a fomentar la humanidade consciente. Estas revelaciones pueden servir de guía, facilitando así el florecimiento de las cualidades innatas del individuo, ya sean aquellas que le proporcionarán orgullo y autorrealización, como las que, en caso contrario, podrían quedar desatendidas. Este conocimiento desde el mismo nacimiento adquiere un valor incalculable, ya que permite evitar obstaculizar el desarrollo del niño debido a malentendidos por parte de los padres. En cambio, se puede nutrir al niño con estímulos tempranos que armonicen con su potencial innato, liberados de las limitaciones impuestas por la sociedad o incluso por su propia familia.
La astrología, y en particular, el análisis de la carta natal de un recién nacido, puede añadir información de un valor inmenso para los padres. No solo les simplificará sus roles como progenitores, sino que también puede aportar una experiencia de comprensión filosófico-consciente al hijo, en el seno de la familia, que representa el primer escenario social donde podrá desenvolverse con autenticidad y libertad para ser quien verdaderamente es.