Autoantropología

En el flujo de la escritura viva surge de la nada (que es el todo) lo que emerge inequivocamente de la propia vivencia…

Mi padre y sus padres que son, tal como viven en mí, y fueron inconscientes e irresponsables al transmitirme las neurosis de la tribu de la que vengo, sin embargo, con mi conciencia construida a través del choque con mis propias acciones, he aprendido que puedo trasladar esta irresponsabilidad a mi capacidad de transformación y así sublimar no sólo mis propios defectos y neurosis,  que inconscientem e irresponsablemente fueron transmitidos para mis hijos, sino también las tendencias heredadas de la tribu. Evidentemente no soy un superhombre, y mis limitaciones restringen mi poder sublimador a lo que progresivamente puedo comprender, saber, tomar consciencia de lo que siento, y de lo que surge de lo más profundo de mí y de la tribu.

Donde quiera que vaya mi tribu, va conmigo, lo sepa o no. Por eso es importante saber encarar esto, establecer puentes y límites para que ellos y yo no nos interfiramos negativamente. Ellos, como entidades del pasado que viven en mí, deben querer ser ayudados a realizarse dejando atrás sus propias limitaciones; mi compromiso y mi mano extendida hacia ellos no significa que pueda invadir sus redes inconscientes de ciclos karmáticos, sino que debo esperar sus manifestaciones, que, por supuesto, son inconscientes en mí en el primer momento, despertando generalmente reacciones incomprensibles, odiosas y oscuras.

Diversidad de existencias, multiplicidad de vivencias, todas juntas y mezcladas. Hay de todo tipo, en una secuencia interminable. Los reconozco hasta donde alcanza mi vista, pero luego percibo que hay mucho más que tribus; hay naciones de varias eras, capas y capas de psiquismos, información de vivencias de vidas y vidas, guardadas en archivos vivos, en registros de libros divinos. Así entiendo, que hay de todos los tipos, arquetipos comunes a la inmensa mayoría de las personas del presente, que apenas conocen algunos de los parientes ancestrales que cargan; ellos, todos están allí, luchando por tener un espacio, un momento para influenciar, activando nuestras memorias, sensaciones y sentimientos que casi nunca sabemos de dónde vienen, y vienen de ellos, habitantes invisibles, tribus, naciones de quienes fuimos. Ahora puedo afirmar, al menos en mi vida, ¡que la continuidad de la vida es literalmente cierta!
Veo en los ojos de cada uno que se presentan las vivencias más fuertes. A veces es agotador y desconcertante, porque hay niños, mujeres de todas las edades, hombres rudos y refinados, alfareros, clérigos, músicos, banqueros… agricultores simples, alegres, cultos y preocupados, mujeres abnegadas casi santas, mujeres descuidadas, mujeres trabajadoras, niños traviesos, audaces, intrépidos, soñadores y algunos visionarios, médiums. Todos coexisten en mí, todos quieren más, pero mi entrenamiento fue duro y de décadas, y hoy tengo voz y mando, disciplina y método para darle espacio a aquel que venga a aportar lo mejor de sí, con humildad en la cabeza y autenticidad en el corazón… todos son bienvenidos,  con esa condición u uno a la vez.
Sin yoga, sin alimentación saludable, sin meditación y devoción a la espiritualidad como actividades mías y sin la presencia y actitud de las personas que buscan lo que holisticamente tendría para ofrecerles, mantener un equilibrio dinámico sería sumamente difícil. Cuando una madre busca información específica que le permita mejorar la relación con su hijo y me entrega los datos para que vea en su mapa lo que podemos ver más allá de lo que su corazón de madre ve, es imposible no escuchar a esas madres que habitan en mí. La técnica astrológica es un guión técnico fundamental que respalda contenidos más específicos y complejos. La existencia de alguien en este mundo real y palpable, enfocado en algún tema objeto de análisis astrológico, despierta en mí esos núcleos valiosísimos ancestrales que, por afinidad de temas, tienen algo que decir desde el mundo invisible del cual mi psique tiene conocimiento. La ancestralidad es una fuente inagotable de conocimiento, experiencias, vivencias y sabiduría. El chamanismo se desarrolló por el reconocimiento de esa fuente inagotable. Las soluciones del “hombre” están en la ra-lectura de su historia personal y ancestral.  Hay que organizarse y estructurarse para acceder a este vasto contenido, ya que está ahí para que nos sirvamos. Solo necesita ser esclarecido y pacificado el presente de esta vida; crear este puerto seguro es imprescindible para poder transitar con armonía el mundo de acá y el mundo de allá.
La vida plena depende de ese tránsito suave, fluido entre los mundos en los que vivimos.
Guillermo G González 
Astrologia Psicológica – Terapia Floral 
Tel:+5511 999926642