Astrología de los siglos XVIII y XIX

El siglo XVIII fue una época de cambios y transformaciones, donde el Iluminismo ejerció una profunda influencia en la sociedad, la cultura y el pensamiento. Durante este periodo la astrología, y en especial la predictiva, se encontraba en una encrucijada, desafiada por los avances científicos y el predominio de la razón. Sin embargo, persistía como una práctica arraigada en la búsqueda de significado y orientación.

En medio de un mundo en constante transformación, la astrología encontraba su lugar entre aquellos que anhelaban una conexión con los misterios del cosmos. Autores destacados, como William Lilly en Inglaterra y Antoine Court de Gébelin en Francia, se dedicaron a desarrollar técnicas y sistemas para la astrología horaria, una rama que se enfocaba en responder preguntas específicas y predecir eventos cotidianos.

En tiempos de incertidumbre y cambio, la astrología horaria ofrecía un refugio, una forma de encontrar respuestas en un mundo en constante fluctuación. Aunque el Iluminismo promovía la razón y el pensamiento científico, la astrología persistía como un recordatorio de la inmensidad del universo y su influencia en nuestras vidas.

La astrología del siglo XVIII adquirió una dimensión mística y en esa época los astros aún susurraban secretos y las cartas astrales eran ventanas hacia lo desconocido. En medio del escepticismo y los avances científicos, la astrología resistía, ofreciendo una visión holística y simbólica del cosmos y nuestro lugar en él.

Así, en el siglo XVIII, la astrología predictiva se debatía entre el racionalismo emergente y la búsqueda de significados más profundos. Era un tiempo de transición, donde las antiguas creencias se confrontaban con los nuevos paradigmas científicos. Aunque la astrología se encontraba en un terreno incierto, seguía siendo una voz que recordaba la conexión entre el cielo y la tierra, entre los ciclos celestiales y la vida humana.

En el contexto de la astrología del siglo XVIII, también hubo autores místicos y esotéricos que dejaron su huella en esta disciplina. Recuerdo y menciono algunos de ellos aquí:

Emanuel Swedenborg: Swedenborg fue un científico, filósofo y místico sueco del siglo XVIII. Aunque es conocido principalmente por su trabajo en teología y espiritualidad, también abordó la astrología en sus escritos. En su obra “Arcana Coelestia” (Arcana Celestia), exploró la relación entre los planetas y las influencias espirituales.

Jean-Baptiste Morin: Morin de Villefranche fue un astrólogo y matemático francés del siglo XVII y principios del XVIII. Aunque su trabajo se extendió a ambos siglos, sus escritos tuvieron un impacto significativo en la astrología del siglo XVIII. Su obra “Astrologia Gallica” (Astrologia Galica) abarcaba tanto aspectos técnicos como místicos de la astrología.

Francis Barrett: Barrett fue un místico y ocultista inglés del siglo XVIII. Su obra más conocida, “The Magus, or Celestial Intelligencer” (El Mago o Inteligencia Celestial), exploraba diversas disciplinas esotéricas, incluida la astrología. Ofrecía una visión mística y práctica de la astrología, combinándola con otros sistemas mágicos y espirituales.

Richard Saunders: Saunders, también conocido como Zadkiel, fue un astrólogo inglés del siglo XVIII. Ganó reconocimiento principalmente por sus almanaques astrológicos, que incluían predicciones y consejos basados en la astrología. Aunque no se enfocó exclusivamente en aspectos místicos, sus escritos destacaban la conexión entre el cielo y la tierra.

En el siglo XIX, la humanidad se encontraba inmersa en un periodo de transformación sin precedentes. Fue una época de cambios culturales, sociales y filosóficos que dejaron una profunda huella en la historia de la humanidad. Durante este periodo, la astrología también experimentó una evolución significativa, y varios autores destacados se destacaron por su influencia en esta disciplina.

El siglo XIX estuvo marcado por la Revolución Industrial, que trajo consigo un rápido avance tecnológico y cambios en la estructura social. La urbanización masiva y el crecimiento de las ciudades condujeron a una mayor interacción entre personas de diferentes culturas y clases sociales. Este contexto tuvo un impacto significativo en la forma en que se concebía y practicaba la astrología.

Uno de los autores más influyentes en la astrología del siglo XIX fue Alan Leo. Nacido como William Frederick Allan, Leo fue un astrólogo inglés que se convirtió en una figura central en la popularización y modernización de la astrología. Fundó la Sociedad Astrológica de Gran Bretaña y fue un defensor de la astrología como una herramienta para el crecimiento personal y la comprensión del yo, lo que lo colocó en la posición de unos de los iniciadores de la astrología psicológica.

Otro autor influyente fue Raphael (Robert Cross Smith), un astrólogo y almanacista inglés. Raphael fue conocido por su trabajo en la publicación de almanaques astrológicos, que se convirtieron en una fuente popular de información astrológica para el público en general. Sus escritos le proporcionaban una visión práctica de la astrología, centrándose en la interpretación de las cartas natales y las predicciones astrológicas.

En el contexto histórico y filosófico del siglo XIX, la astrología también se vio influenciada por corrientes de pensamiento como el romanticismo y el espiritualismo. Estos movimientos enfatizaban la conexión entre el individuo y la naturaleza, y exploraban conceptos como el destino y la trascendencia espiritual. Autores como Helena Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, y Eliphas Levi, un influyente ocultista y escritor francés, introdujeron ideas esotéricas y místicas en la astrología de la época.

También quiero citar aquí que hay otros autores de importancia en el siglo XIX:

Italia:
Paolo Mantegazza: Antropólogo, médico y escritor italiano que también se interesó por la astrología. Escribió sobre la relación entre la astrología y la fisiología en su obra “Astrologia e fisiologia”.

España:
Ramón Llull: Aunque vivió en el siglo XIII, las obras de Llull tuvieron una influencia duradera en la astrología medieval y renacentista en España. Su enfoque en la combinación de símbolos astrológicos y su sistema de clasificación de conocimientos fue innovador en su época.

Francia:
Jean-Baptiste Morin: astrólogo y matemático francés, conocido por su obra “Astrologia Gallica”. Morin fue uno de los primeros en promover un enfoque más científico de la astrología y se centró en la interpretación de los aspectos planetarios.

Alemania:
Carl Friedrich Zimpel: astrólogo alemán conocido por sus escritos sobre astrología y su trabajo en la popularización de la astrología en Alemania. Su obra “Die Astrologie in ihrem Wesen und in ihrer Geschichte” (La astrología en su esencia y en su historia) es una obra destacada sobre el tema.

Suiza:
Johann Rudolf Wolf: astrónomo suizo que también se interesó por la astrología. Fue conocido por su investigación sobre las manchas solares y su relación con los eventos astrológicos. Sin embargo, es importante destacar que su enfoque era más científico que esotérico.

En los siglos XVIII y XIX, la astrología encontró su lugar en medio de la creciente ciencia astronómica, estableciendo su propio dominio como un “arte” que buscaba responder a las preguntas más profundas de la vida y la existencia. Mientras que la astronomía se adentraba en el vasto universo con sus telescopios y cálculos precisos, la astrología se embarcaba en un viaje interno, explorando las conexiones entre el cielo y la tierra, entre los cuerpos celestes y la psique humana.

En ese momento histórico, un público ávido de respuestas y significados encontró en la astrología una vía alternativa para comprender su lugar en el cosmos. La astrología, con su enfoque holístico, ofrecía una visión que iba más allá de los fríos números y las leyes físicas. Era un lenguaje simbólico que permitía contemplar la interconexión entre los ciclos celestiales y las experiencias individuales.

En las manos de astrólogos destacados, la astrología se convirtió en una disciplina que integraba conocimientos ancestrales con las ideas más vanguardistas de la psicología y la filosofía. Sus técnicas permitían trazar mapas astrológicos, interpretar tránsitos planetarios y explorar las dinámicas de las casas astrológicas. Estas herramientas se convirtieron en brújulas para aquellos que anhelaban descubrir su propósito en la vida, comprender sus relaciones personales y encontrar respuestas a los desafíos que enfrentaban.

En su esencia, la astrología extendía una mano hacia lo desconocido, invitando a la reflexión y al autodescubrimiento. No era precisamente una ciencia exacta, aunque en la construcción de las cartas se utilicen la matemática y trigonometria esférica, sino un arte que buscaba capturar la esencia de la existencia humana en símbolos celestiales. Dentro de sus símbolos y configuraciones, se encontraba el potencial de revelar verdades no evidentes u ocultas y despertar una comprensión más profunda de uno mismo y del mundo que nos rodea.

Como una poesía cósmica, la astrología permitía a las personas explorar su singularidad y, al mismo tiempo, reconocer su conexión con el vasto cosmos. En un mundo cada vez más regido por la objetividad científica, la astrología encontró su hogar en aquellos que buscaban una visión más amplia, una visión que abrazara la complejidad y la maravilla de la existencia humana.

En el abrazo de la astrología, los individuos encontraban consuelo y orientación, una ventana hacia la trascendencia y una guía para vivir en armonía con el ritmo del universo. Fue en ese cruce entre astronomía y astrología, entre ciencia y arte, donde la búsqueda de significado y propósito encontró su lugar, permitiendo que el cielo y la tierra se unieran en una danza de misterio y revelación.

Como Herman Hesse en algún momento dijo: “El arte más noble y elevado es ese que nos permite soñar y vivir en una realidad mejor”. La astrología, con su poesía celeste, ofrecía a aquellos que buscaban respuestas una realidad más rica y profunda, un lienzo cosmogónico donde sus preguntas encontraban eco y sus vidas encontraban un lugar en el vasto tejido del universo.

Guillermo G González 
Astrologia Psicológica – Terapia Floral 
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