Astrología entre siglos XIII y XVII

Entre el término de la Edad Media y el advenimiento del Renacimiento, se produjeron “despertares” en diversas áreas del conocimiento. Estos surgieron a partir de intuiciones y estímulos provenientes de mentes brillantes, las cuales modificaron de forma permanente la relación del hombre con su capacidad para pensar en sí mismo y en el universo circundante.
El conocimiento científico es el resultado de un largo y continuo proceso de construcción y revisión. A lo largo de la historia, la humanidad ha desarrollado diversas formas de comprender y explicar el mundo que nos rodea, incluso antes de la aparición de la ciencia tal como la conocemos hoy en día.
En ocasiones, la ciencia ha redescubierto y reinterpretado conocimientos pre-científicos que habían sido descartados o pasados por alto. Por ejemplo, la medicina tradicional de muchas culturas ancestrales ha sido objeto de estudio y análisis científico moderno, revelando la validez de ciertos enfoques terapéuticos y proporcionando nuevas perspectivas para la investigación médica.
En este momento de la historia que estamos analizando, los siglos XIII al XVII, se encuentran las semillas que dieron origen al abordaje y estructuración científica del conocimiento. Pero, el conocimiento humano abarca mucho más que la ciencia. La psicología, la filosofía, la espiritualidad y otros campos de estudio nos permiten explorar y comprender aspectos fundamentales de nuestra existencia y nos brindan perspectivas valiosas sobre la mente, los valores éticos, el propósito y nuestra relación con el mundo. Al reconocer la diversidad de saberes, podemos ampliar nuestra comprensión y enriquecer nuestra experiencia como seres humanos.
Durante los siglos trece y diecisiete, el mundo experimentó un período de profundos cambios intelectuales, filosóficos, psicológicos, astronómicos, científicos, etc… que sentaron las bases de la modernidad. Este período, conocido como la Edad Media tardía y el Renacimiento, fue testigo de un florecimiento de la exploración del conocimiento y la búsqueda de respuestas en diversos campos del saber.
En el siglo trece, el final de la Edad Media, estuvo marcado por el auge de las universidades y la renovada influencia de la filosofía aristotélica, que llegó a Europa a través de las traducciones árabes y bizantinas. Filósofos como Santo Tomás de Aquino intentaron reconciliar la filosofía de Aristóteles con la teología cristiana, lo que llevó a un período de intensa reflexión filosófica y teológica.
La Universidad de Bolonia, en Italia, fue una de las instituciones académicas más antiguas y prestigiosas de Europa durante la Edad Media y el Renacimiento. Allí, la astrología era enseñada como parte de las artes liberales, junto con otras disciplinas como la filosofía y la matemática.

La Universidad de París, en Francia, también conocida como la Sorbona, fue un destacado centro de estudios durante la Edad Media y el Renacimiento. La astrología formaba parte del currículo de la facultad de Artes, donde se enseñaban las ciencias y las humanidades.

La Universidad de Oxford, en el Reino Unido, fundada en el siglo XII, fue otro importante centro académico donde se estudiaba astrología. Esta disciplina se enseñaba dentro de la facultad de Artes, y los estudiantes exploraban los principios y las técnicas astrológicas de la época.

La Universidad de Salamanca en España, fundada en 1218, fue una de las instituciones académicas más destacadas de la Península Ibérica. Durante el Renacimiento, la astrología era enseñada en esta universidad como parte de las artes liberales y se consideraba un campo importante de estudio.

La Universidad de Padua en Italia, fundada en 1222, fue un centro de educación superior influyente durante la Edad Media y el Renacimiento. Allí, la astrología era considerada una disciplina importante y se enseñaba dentro de la facultad de Artes.

Estas son solo algunas de las universidades donde se estudiaba astrología entre los siglos XIII al XVII. La astrología era ampliamente aceptada y considerada una parte integral de la educación en muchas instituciones académicas de esa época.

En el ámbito de la astrología, el siglo trece presenció un renovado interés por la influencia de los astros en los asuntos humanos. La astrología, vista como una ciencia que revelaba los designios divinos, se convirtió en un área de estudio importante y en una herramienta para la toma de decisiones políticas estratégicas. Astrólogos como Guido Bonatti y Roger Bacon exploraron y desarrollaron técnicas astrológicas más sofisticadas.

A medida que avanzaba el siglo catorce, la filosofía y la ciencia comenzaron a experimentar un cambio significativo. El humanismo, un movimiento cultural que enfatizaba la importancia del individuo y el estudio de las humanidades clásicas, cobró fuerza. Filósofos como Marsilio Ficino y Giovanni Pico della Mirandola buscaron una síntesis entre el platonismo y el cristianismo, centrándose en la idea de que el ser humano posee una chispa divina y que la búsqueda del conocimiento y la sabiduría es esencial para alcanzar la plenitud.

En el siglo quince, el Renacimiento floreció en Italia y se extendió por toda Europa. Este período se caracterizó por un renovado interés por las artes, la ciencia y la exploración. Figuras como Leonardo da Vinci, Nicolás Copérnico y Andreas Vesalius rompieron con las tradiciones establecidas y llevaron a cabo investigaciones científicas y observaciones empíricas que desafiaron las concepciones previas del mundo.

En el siglo diecisiete, la Revolución Científica estaba en pleno apogeo. Galileo Galilei, con su telescopio, confirmó las teorías heliocéntricas de Copérnico y defendió el uso de la observación y el razonamiento matemático en la ciencia. Isaac Newton formuló las leyes del movimiento y la ley de la gravitación universal, sentando las bases de la física moderna.

Entonces podemos decir que entre los siglos trece y diecisiete fueron testigos de un intenso desarrollo intelectual, astrológico, filosófico y científico. Desde el auge de las universidades y la influencia de la filosofía aristotélica en la Edad Media tardía, hasta el florecimiento de la astrología y la exploración filosófica del Renacimiento y la revolución científica del siglo diecisiete, este período sentó las bases del pensamiento y la ciencia moderna, desafiando concepciones previas y abriendo nuevas fronteras del conocimiento humano.

En astrología la cantidad de autores en esos cuatro siglos es enorme, aquí solo me voy a detener en los que marcaron y crearon un fuerte impacto en el pensamiento astrológico de su época y en los siglos siguientes.
Guido Bonatti fue un astrólogo y astrónomo italiano que vivió en el siglo XIII. Nació alrededor de 1207 en la ciudad de Forlì, en la región de Emilia-Romaña, Italia. Se desconocen gran parte de los detalles de su vida, pero se sabe que fue un hombre culto y respetado en su campo.

Bonatti es conocido principalmente por su obra “Liber Astronomiae” (Libro de Astronomía), que es considerada una de las obras astrológicas más completas y detalladas de su tiempo. El libro fue escrito en latín y consta de varios volúmenes que abordan tanto la astronomía como la astrología.

En “Liber Astronomiae”, Bonatti proporcionó una amplia gama de técnicas y métodos astrológicos. Cubrió temas como la interpretación de los planetas, los signos zodiacales, las casas astrológicas y las configuraciones planetarias. Sus escritos también incluyeron instrucciones sobre cómo calcular y construir cartas astrales.

La obra de Bonatti fue muy influyente en su época y se utilizó ampliamente como referencia en el campo de la astrología medieval. Su enfoque práctico y detallado en la astrología horaria, que se centra en la interpretación de las cartas astrales para determinar el resultado de eventos específicos, fue especialmente valorado.

Además de su trabajo como astrólogo, Bonatti también se dedicó a la astronomía. En su época, la línea entre astronomía y astrología no estaba tan claramente definida como en la actualidad. Ambas disciplinas se consideraban interconectadas y se estudiaban conjuntamente.

Marsilio Ficino fue un filósofo y astrólogo italiano nacido el 19 de octubre de 1433 en Figline Valdarno, cerca de Florencia. Es reconocido como una figura clave en el Renacimiento y especialmente asociado con el movimiento del neoplatonismo.

Ficino se educó en Florencia y estudió filosofía y medicina en la Universidad de Bolonia. Sin embargo, su pasión principal era la filosofía y la búsqueda del conocimiento espiritual. En 1462, fue invitado por Cosimo de’ Medici, el influyente gobernante de Florencia, para fundar una academia en su villa en Careggi. Esta academia, conocida como la “Academia Platónica”, se convirtió en un centro de estudios filosóficos y humanistas.

La obra más conocida de Ficino es su traducción al latín y comentarios sobre las obras completas de Platón, que realizó bajo el mecenazgo de los Medici. Su traducción del Corpus Hermeticum, una colección de textos herméticos de la antigua Grecia y Egipto, también fue muy influyente en el Renacimiento. Estas traducciones y comentarios se consideraron fundamentales para el resurgimiento del platonismo en Europa y su fusión con el cristianismo.

Ficino creía en la armonía entre el cuerpo y el alma, y consideraba que la astrología era una herramienta útil para comprender y equilibrar estas dos dimensiones. En su obra “La teología platónica”, exploró la relación entre la astrología y la filosofía, argumentando que los planetas influían en la vida humana y en la personalidad.

Además de sus contribuciones en filosofía y astrología, Ficino también fue un destacado músico y compositor. Creía que la música tenía un poder curativo y espiritual, y escribió tratados sobre la teoría musical y la interpretación de la música.

Marsilio Ficino murió el 1 de octubre de 1499 en Careggi, en la misma villa donde había establecido la Academia Platónica. Su legado perdura a través de sus escritos y su influencia en el Renacimiento. Su trabajo ayudó a revivir el interés por el platonismo y la filosofía antigua, y sentó las bases para el desarrollo posterior del pensamiento humanista y la síntesis entre la filosofía clásica y el cristianismo.

Johannes Kepler fue un astrónomo y matemático alemán nacido el 27 de diciembre de 1571 en Weil der Stadt, en el actual estado de Baden-Wurtemberg. Es considerado uno de los científicos más importantes de la era moderna y es conocido por sus leyes del movimiento planetario, que sentaron las bases para la física moderna.

Kepler vivió en una época de cambios profundos en la ciencia y la sociedad. La Reforma Protestante estaba en pleno apogeo, y Europa experimentaba tensiones religiosas y políticas. Kepler mismo se vio afectado por estas tensiones, ya que era luterano y tuvo que enfrentar dificultades y persecuciones debido a sus creencias.

En 1600, Kepler comenzó a trabajar como asistente del astrónomo danés Tycho Brahe, quien tenía un observatorio en Praga. Tras la muerte de Brahe en 1601, Kepler heredó su vasta colección de observaciones astronómicas y se convirtió en el matemático imperial del Sacro Imperio Romano Germánico.

En astrología se destacó con: “De Fundamentis Astrologiae Certioribus” (Sobre los Fundamentos de la Astrología Cierta): Publicada en 1602, esta obra es una defensa de la astrología y un intento de establecer una base científica para la práctica astrológica. Kepler argumentaba que los aspectos astrológicos tenían un impacto real en los eventos terrenales y defendía la idea de que la astrología debería basarse en principios matemáticos y astronómicos sólidos. En esta obra, Kepler también propuso métodos para mejorar la precisión de los cálculos astrológicos.

Y también en “Tertius Interveniens” (El Tercero que Interviene), publicado en 1610, esta obra fue una respuesta a las críticas y ataques que Kepler recibió de algunos astrólogos de su época. En “Tertius Interveniens”, Kepler defendía sus propias ideas astrológicas y trataba de reconciliarlas con las críticas planteadas. Aunque esta obra no fue tan influyente como sus trabajos en astronomía, muestra el interés de Kepler por la astrología y su deseo de contribuir al desarrollo y la mejora de esta disciplina.

La obra más destacada de Kepler es su “Astronomia Nova” (Nueva Astronomía), publicada en 1609. En esta obra, Kepler presenta sus primeras dos leyes del movimiento planetario, conocidas como las leyes de Kepler. La primera ley establece que los planetas giran, en realidad, alrededor del Sol en órbitas elípticas, con el Sol en uno de los focos. La segunda ley establece que los planetas barren áreas iguales en tiempos iguales, lo que implica que el radio vector que une al planeta con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales, lo que implica que la velocidad orbital de un planeta cambia a medida que se mueve a lo largo de su órbita.

En 1619, Kepler publicó su obra maestra, “Harmonices Mundi” (La Armonía del Mundo), en la que presentó su tercera ley del movimiento planetario. Esta ley establece que el cuadrado del período orbital de un planeta es proporcional al cubo de su distancia promedio al Sol. Estas leyes revolucionaron nuestra comprensión del sistema solar y sentaron las bases para posteriores desarrollos científicos en astronomía y física.

Además de su trabajo en astronomía, Kepler también estuvo interesado en la astrología y escribió varias obras sobre el tema. Sin embargo, es importante destacar que Kepler no consideraba la astrología como una ciencia rigurosa y estaba más comprometido con sus investigaciones astronómicas.

Johannes Kepler murió el 15 de noviembre de 1630 en Ratisbona, Alemania. Su trabajo y su enfoque científico riguroso sentaron las bases para el avance de la astronomía y la física en los siglos posteriores. Es ampliamente reconocido como uno de los científicos más influyentes y su legado perdura hasta nuestros días.

También es preciso hacer mención a estos grandes de la astrología renacentista :
Jean-Baptiste Morin (1583-1656): astrólogo y matemático francés cuya obra “Astrologia Gallica” (Astrología Galicana) tuvo un gran impacto en la astrología del Renacimiento. Morin desarrolló un sistema de interpretación astrológica basado en principios matemáticos y lógicos.

Heinrich Cornelius Agrippa (1486-1535): filósofo, teólogo y astrólogo alemán. Aunque es más conocido por su obra sobre magia y ocultismo, Agrippa también escribió sobre astrología en su obra “De Occulta Philosophia” (Filosofía Oculta).

Jerome Cardan (1501-1576): Matemático, médico y astrólogo italiano. Además de su trabajo en matemáticas y medicina, Cardan escribió sobre astrología y realizó predicciones astrológicas en su obra “De Subtilitate” (Sobre la sutileza).

Nicholas Culpeper (1616-1654): Médico y astrólogo inglés conocido por su obra “Astrological Judgment of Diseases from the Decumbiture of the Sick” (Juicio astrológico de las enfermedades a partir de la decumbitura del enfermo). Culpeper combinó la medicina y la astrología en su enfoque para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

La evolución del conocimiento humano nos revela la constante exploración en pos de la verdad y la expansión de nuestros horizontes cognitivos. En este viaje fascinante, nos hemos dado cuenta de que el conocimiento va más allá de las disciplinas científicas tradicionales. La astrología y otros saberes no científicos, en lugar de perder relevancia, nos instan a adoptar una visión holística y a contemplar la vida desde diversas perspectivas. Al abrazar esta diversidad de conocimientos, podemos enriquecer nuestra comprensión de nosotros mismos, de los demás y del vasto universo que compartimos. Nos invitan a trascender las barreras conceptuales y a explorar las conexiones entre lo tangible y lo intangible, lo racional y lo emocional. Esta apertura nos permite apreciar la complejidad de la experiencia humana y nos desafía a cuestionar nuestras suposiciones y creencias arraigadas. Al reconocer la multiplicidad de formas en que el conocimiento se manifiesta, nos acercamos a una comprensión más profunda y completa de la existencia. En última instancia, esto nos impulsa a seguir explorando, a desafiar los límites de nuestro entendimiento y a abrazar la vastedad de nuestro potencial como seres conscientes.
Guillermo G González 
Astrologia Psicológica – Terapia Floral 
Tel:+5511 999926642